27 de octubre de 2010

Delhi

La llegada a Delhi es siempre caótica. Lo único que tiene tranquilo es su aeropuerto. Miles de autorickshaws, con sus estrepitosos motores  dirigiéndose a todos los sitios como un enjambre de abejas atacadas, usando sus bocinas interrumpidamente, es lo que te encuentras de camino al Centro. Delhi suele resultar desconcertante para el viajero, pero como todo en la India, necesita su tiempo  y no hay que dejar que las primeras impresiones te hagan huir de esta ciudad, pues si le das una oportunidad descubrirás debajo de esa primera sensación la esencia de la India además de innumerables joyas. En esta ocasión solo pasaremos aquí unas horas, las suficientes para notar pequeños cambios, surgidos tras la Commonwealth Games, más aceras pavimentadas, las calles algo más limpias, y jardines y glorietas mejor cuidados. Un paseo por el Main Bazar, en Paharganj recordando nuestra primera estancia, nos dedica el tiempo suficiente hasta coger el primer sleeper dirección Bikaner.






No hay comentarios:

Publicar un comentario