9 de diciembre de 2010

Mamallapuram (Mahabalipuram)


Nos levantamos  a las 6 y salimos corriendo a la estación de trenes para ver si conseguimos un billete a Hyderabad  para dentro de dos días. No salimos de nuestro asombro al ver como la ventanilla de venta expide más de 20 billetes en menos de 5 minutos a partir de las 8 de la mañana, hora que sale a la venta los billetes en talkal cuote. Con un funcionario tan productivo conseguimos nuestro billete sin problemas.
Después cogemos el local bus para ir a otro destino de nombre impronunciable (Padmanabhapuram, Udhagamandalam, Tiruparankundram, Vedarannlyam, Ramanathapuram, Thiruvananthapuram, Tharangambadi…), hoy toca Mahabalipuram.

En la India cuando llegas a un sitio sin esperanzas de encontrar mucho, lo que suele pasar es que te  acabe sorprendiendo gratamente. Y esto es lo que nos ha pasado con Mama, pueblo tranquilo de pescadores, con una buena playa, con alojamientos muy aceptables y baratos, pescado fresco, tiendas de artesanía  y… buenas olas ¡¡, ¿Qué más  se puede pedir?, pues por pedir y ya que hay olas, pido algún sitio donde poder alquilar una tabla de surf. Eureka, también existe ¡¡¡


También descubrimos que aquí además de tomar el sol hay mucho que visitar, pues es Patrimonio mundial de la Unesco por sus templos y esculturas en roca.


Decenas de escultores llenan las calles y el incesante sonido de sus martillos y cinceles dando forma a la piedra crean la banda sonora de esta población de artesanos y pescadores.



Mama y las aldeas del interior fueron hace 4 años muy afectada por el Tsunami. La gente de las aldeas cercanas es muy humilde. Por la tarde hablamos con un hombre que es director de uno de los orfanatos que hay por la zona. Nos invita a visitarlo y a llevar algo de comida. Al día siguiente compramos en un almacén un saco de 25 kg de arroz y nos disponemos a buscar el lugar con el saco a la espalda. Es una casa con 21 niños de entre 5 y 9 años, algunos huérfanos de padre o madre, cuando falta uno de los dos generalmente no los pueden mantener, pues trabajan en canteras o en el campo. Otros simplemente pobres o  con padres alcohólicos o enfermos.
La visita nos conmueve el corazón. Los niños están muy bien atendidos y con mucha educación nos saludan de uno en uno. Después de las presentaciones nos deleitan con unos bailes invitándonos a participar. Yeni se apunta.
Ya de noche, el director nos lleva en moto (por supuesto los tres en una) hasta Mama. Compramos un bidón de aceite para que se lleve a la casa.




La anécdota del día es difícil de creer. Llevamos meses comprando agua embotellada para evitar diarreas. Siempre repetimos la misma operación de revisar el tapón para asegurarnos que la botella no está rellenada, practica muy habitual en estas tierras. De camino al guesthouse compramos un agua y desprecintamos el tapón. Todo correcto... pero el agua tiene un sabor asquerosísimo. Después de unos tragos, veo algo raro hundido en el fondo: Una rana de casi 2cms ¡¡¡  Dios que asco ¡¡¡. Se lo decimos al vendedor y no se lo puede creer.
Nos juramos comprar solo primeras marcas (Bisleri o Aquafina)




2 comentarios:

  1. Quiero escalarrrrrrrrrrrrr allíii!!!
    Quiero widsurfearrrrrrrrrr allíiii!!!
    Quiero que me publiquéis los comentarioooosss!!!

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  2. os sigo con atencion y curiosidad admiro vuestro valor e independencia .pues me estais enseñando rincones del mundo donde nunca habria imajinado poder ir.y mucho menos conocer.



    os sigo con atencion curiosidad y admiro vuestro valor, pues me estais enseñando rincones del mundo donde nunca habria imajinado poder ir y mucho menos conocer.

    Vosotros , si que sabeis YENI Y ANTONIO . lo que es ser un viajero por el mundo.

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