28 de diciembre de 2010

Reserva de tigres de Sunderbans

Antes de dejar la India queremos aprovechar hasta el último minuto y conocer la Reserva de tigres de Sunderbans declarada Patrimonio Mundial.

El llegar a los Sunderbans ya es toda una aventura en sí, pues de Calcuta cogemos un bus que nos deja en un pueblo que ni sabemos el nombre. Otro bus que pasa por allí nos lleva a Sonakhali, queriendo el conductor hacer negocio con nosotros y pidiéndonos 100 rupias por cabeza (le acabamos dando 30 por los dos). De allí hay que coger un bote para cruzar el rio y llegar a Gosaba. En Gosaba cogemos un ciclorickshaw hasta Pakhirala. Por último cogemos otro bote hasta Sajnekhali, pero al llegar allí el único alojamiento está lleno por lo que nos tenemos que volver en bote a Pakhirala y dormir allí.




De camino atravesamos campos de arroz y aldeas de adobe, donde la gente vive como hace cien años en total equilibrio con la naturaleza, y algún pueblo que sirve de mercado de compra venta de verduras, pollos y pescado a las aldeas de alrededor.







Aquí no llega casi ningún viajero independiente, y eso que está a tan solo 4 horas de Calcuta, que está llena de occidentales. Intuimos que es el poder de la “maravillosa Lonely” (a estas alturas del viaje la tenemos tirria), que afirma que visitarlo por cuenta propia es difícil y hay que realizar complicadísimas conexiones de transporte, lo que desanima a los mochileros a acercarse aquí. Ahora intentamos ir a aquellos sitios que desaconseja la Lonely  y no ir a aquellos que recomienda.

En el guesthouse están alojados una panda de unos diez cincuentones que han dejado a sus mujeres en Calcuta para venir aquí a liarla. Nos invitan a cervezas y a ir con ellos al día siguiente en el barco que han contratado. Aceptamos las dos invitaciones.

Con los primeros rayos de sol nos ponemos en pie y después de un chai nos embarcamos en la aventura con esta gente. Miedo nos dá pensar como se van a portar, pues la noche anterior estuvieron fumando y bebiendo  hasta las tantas.

El delta del Ganges forma un laberinto de manglares y canales que desembocan en el Golfo de Bengala convirtiéndolo en el más extenso manglar y delta fluvial del mundo y albergando la mayor población de tigres de Bengala.

Los tigres por supuesto que no los vemos pero llegar hasta aquí merece muchísimo la pena por el paisaje que forman los canales navegables, llegando casi a mar abierto y quedando muy cerca de Bangladesh. También somos recompensados observando un cocodrilo y varias especies  de aves entre ellas el colorido martin pescador. 



El grupo de cincuentones se porta genial con nosotros, nos hacen el almuerzo y la comida (arroz con pollo) y el café de media tarde. La excursión en el bote dura todo el día y llegamos a Pakhirala de noche.
  



 

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