10 de enero de 2011

P.N. Khao Yai

Nos dirigimos al Parque Nacional de Khao Yai a ciegas, sin nada de información pues en la guía, por un error de imprenta, no vienen las paginas que hablan del parque. De camino conocemos a una pareja de Siberia que sabe el mismo ingles que nosotros, o incluso menos. Alucinamos con ellos pues han cumplido nuestro sueño: viajan solo con una mochila de 25 litros para los dos.
Para llegar a la entrada del P.N. tenemos que hacer autostop pues no hay autobuses que nos lleven. 


En la information office nos informan que podemos dormir dentro del P.N. en unas cabañas comunitarias sin colchón por solo 50 bhats (1 eur). Para allá que vamos. Las cabañas están chulísimas, están en plena selva junto a un rio y no hay nadie más. Pasamos la noche allí. Los sonidos de la selva en la oscuridad producen escalofríos. Yo acabo con los huesos doloridos pues no tenemos esterilla y el suelo de madera está muy duro.

Este P.N. es el más grande del país. Es una selva primaria llena de ríos y cascadas. Aquí se rodaron escenas de la peli “La playa” de DiCaprio. Además de un montón de aves tropicales, existen muchas especies de mamiferos entre ellos el oso negro asiático, el gaur, el tigre, el gibón, el sambar, el muntíaco y el cerdo salvaje. Pero lo que más nos atrae es que es una reserva de elefante asiatico, así que, como no, a la mañana siguiente nos levantamos antes del amanecer para buscar a nuestros amigos que tanto se nos han resistido en la India. 




El parque lo cruza una carretera de 55 kms. Nosotros queremos llegar a unas cascadas que están en la otra punta, así que nos toca hacer más autostop. Los pocos coches que pasan por aquí a estas horas suelen parar, nosotros cogemos cuatro para ir y volver. Casi todos los coches en Tailandia son rancheras tipo Toyota con el trasero descubierto, así que cuando nos para uno nos subimos directamente a la parte de atrás. Es una gozada viajar en un descapotable con el viento en la cara y viendo este maravilloso paisaje. La carretera está llena de monos.



Después de dos días recorriendonos el parque, volvemos a Pa Chong a dedo. Una ranchera nos deja en mitad de la autovía en una gasolinera sin saber ni donde estamos pero enseguida para otra que nos deja en la el pueblo. Buscamos un lugar para cenar y dormir. 






1 comentario:

  1. Aventureros , por el mundo pero en que
    sitios os meteis .
    ¿como no os van ha salir dragones?
    Si es lo normal.

    M.M

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