30 de julio de 2011

Krabi


La llegada a Krabi es espeluznante. Las referencias que teníamos eran las de las típicas fotos de las postales de Tailandia de playas de ensueño con agua verde turquesa entre montañas kársticas. Además  durante el viaje hemos conocido a varios escaladores que nos han hablado del lugar como una de las mecas de la escalada en el mundo, por lo que nos imaginábamos un ambiente muy hippy.


El bus nos deja en Krabi Town, un típico pueblo tailandes (lease sin ningún interés). Allí mismo decidimos ir a las playas de Ao Nang y nos encontramos con algo parecido a un Benidorm a la asiática, una localidad costera llena de tiendas de bañadores, chanclas, toallas y colchonetas, agencias de viaje y resorts y restaurantes occidentales caros. Además la playa no tiene ningún encanto. Recomponiendonos de la situación buscamos un hostal barato y decidimos pasar la noche allí y dar una oportunidad al lugar.



Hablando con una española que se marcha nos comenta que lo bonito está a media hora en bote, en las playas de Tom Say y Railay. Al día siguiente vamos para allá en un bote que tardamos en llenar más de una hora, pues tenemos que ser ocho para que salga. Al llegar nos encontramos con una verdadera maravilla de paisaje: esto si es el Krabi de las postales.


Tom Say es la playa de los mochileros y escaladores (la barata) aunque al ser temporada baja esto no debe ser ni la sombra de lo que se cuece aquí en temporada alta.
Aquí hay alojamientos baratos aunque con mucha humedad debido a la época y también muchos mosquitos.
Railay tiene un par de resorts de lujo que ocupan toda la playa.





El tiempo es inestable con tormentas de vez en cuando. Aún así pasamos tres noches y disfrutamos de las playas mientras nos entretenemos viendo a los escaladores malayos con una musculatura impresionante en unos cuerpos de niños, con un peso que no deben llegar ni a los cincuenta kilos, escalan que da gusto verlos y nosotros nos quedamos con ganas de probar.




Aquí desistimos de la idea de ir a las Koh Phi Phi, pues el tiempo en la costa oeste no es bueno, y aunque en el día hay de todo, desde sol intenso hasta tormentas, las playas no están bonitas y el agua está sucia.
A la  vuelta hacemos una noche más en Ao Nang y otra en Krabi Town para disfrutar de su Night market de comida a precios irrisorios y comprar un montón de lentillas a la cuarta parte de lo que vale en España.
  









3 comentarios:

  1. No solo el pisaje es bonito ,sino que vosotros
    sois una pareja preciosa, adornais el lugar
    con vuestra presencia.

    Arcoiris.

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  2. Mar... playa... paisajes preciosos... escalada... más escalada... mucha más escalada... ¡¡¡YO QUIERO!!!! ¡BUAAAAAAAAHHHH!!!!

    ¡Por fin dais señales de vida!! Aunque a Yeni parece que le ha salido un admirador, jejeje

    ¡Seguid así machotes!!

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  3. Que paisajes mas maravillosos, que suerte vivir en libertad, seguid siendo siempre libres.
    Besos. Estrella de la mañana.

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