14 de agosto de 2011

Pulau Perhentian Kecil


Llegar a las Islas Pulau Perhentian es como llegar a un paraíso de esos que se ven solo en televisión y que piensas que es inaccesible para la mayoría de los mortales. Toda descripción del lugar se queda pequeña ante la magnitud de la belleza. Si los dioses se inspiraron en algún lugar concreto para crear la definición del paraíso, no me extrañaría que fuera en estas islas.

Situadas en la costa este de Malaysia, son un par de islas con una espesa capa de selva tropical, playas preciosas de fina arena blanca, aguas turquesas transparentes y una buenísima oportunidad de bucear en sitios impresionantes.



Nosotros llegamos al más puro estilo de “Corrupción en Miami”, en una lancha rápida que en menos de una hora surcando el mar a toda velocidad nos deja en el embarcadero de nuestra playa elegida, Coral Beach. Nos bajamos de la lancha con los pelos de quien ha montado en un descapotable .
Nuestra primera impresión es muy buena, el agua es de color turquesa y la vegetación invade toda la isla. Se ven pocas construcciones y es que todo lo que hay es tan sólo unos pocos guest house escondidos entre las palmeras. Estamos seguros de que si encontramos un alojamiento barato permaneceremos aquí por lo menos una semana.

La isla es pequeña no tiene cajeros automáticos y solo cinco horas al día de electricidad proporcionada por un generador.
Hay un camino que cruza la parte más estrecha de la isla en tan sólo a diez minutos andando, llegando a la playa principal, Long beach, una larga franja de arena blanca con un agua cristalina y un fondo de suave arena, pero con mucha más gente y un ambiente más festivo. Vemos muchos italianos que vienen a pasar sus vacaciones de diez días.
Enfrente y a poca distancia se encuentra la isla de Pulau Perhentian Besar un poco más grande y con alojamientos más caros.
Nosotros negociamos un alojamiento por 30 ringings, barato para ser temporada alta y estár todos los guesthouses llenos.






Al día siguiente ataviados con nuestras gafas de bucear y nuestras chanclas, que tantos kilómetros llevan encima, nos disponemos a explorar las playas cercanas por un sendero que bordea media isla a escasos metros del mar pero rodeados de una densa selva que acaba prácticamente en el agua. Por el camino nos cruzamos con un montón de ardillas y varios ejemplares de un lagarto enorme llamado el “dragón de Komodo”, algunos de hasta dos metros de largo, tan grandes que parecen cocodrilos, menos mal que no son carnívoros.




Poco a poco vamos descubriendo preciosas playas de arena blanca y buceamos en busca de peces de colores y coral. Después de una hora caminando llegamos a la fisherman village, un pequeño pueblo que antaño viviría de la pesca pero en la actualidad todos sus habitantes trabajan para el turismo.

Desde aquí, queda muy cerca la isla de Pulao Perentian Besar y justo en medio de las dos islas hay un punto de avistamiento de tortugas.
La mayoría de la gente llega hasta aquí contratando un tour desde Coral Beach o desde Long Beach y depende de la hora se pueden ver varias lanchas llenas de turistas buscando tortugas, pero nosotros somos diferentes y tenemos un plan mejor. En una de nuestras geniales ideas y con la intención siempre de huir de cualquier circo organizado y de la imagen de las lanchas corriendo detrás de la pobre tortuga perdida, decidimos bucear por nuestra cuenta. En la playa encontramos una boya de señalización de mar y buscamos una cuerda para atárnosla al cuerpo y poder nadar tranquilos por si pasan las lanchas rápidas que nos vean y por si nos cansamos de nadar tener un flotador. La idea parece buena y con la ilusión de ver tortugas nos ponemos nuestras gafas de  bucear y nos lanzamos al mar con nuestro maravilloso invento. Nadamos y nadamos y varias lanchas de tours con turistas pasan y nos miran estupefactos, nosotros nos reímos y seguimos. Después de un buen rato decidimos descansar en nuestra boya y pensamos que tal vez no vayamos a llegar muy lejos y que quizás si tuviéramos unos remos nuestra aventura podría continuar, pero estamos cansados y ya nos hemos reído bastante. No hemos visto tortugas pero como decimos siempre, si ellas quieren vendrán a nosotros pero no vamos a colaborar en la presión que ejercen estos tours sobre el hábitat y preferimos no verlas a verlas de esta manera.





Desde la aldea de pescadores llegamos a Long beach por mitad de la selva y trepando por el tubo de canalización de agua que bordea toda la isla.

Los días pasan y no nos cansamos de esta maravillosa isla que cada día nos regala una nueva imagen de espectaculares puestas de sol viendo como el mar se engulle la enorme bola de fuego fundiéndose en sus aguas y dejando el cielo de un color rojizo.


En total han sido doce días de buceo, viendo tiburones y millones de peces de colores, rodeados de un bonito  coral.




Pero un regalo mayor estaba por llegar.

En nuestro último día, decidimos bucear en la Romantic Beach, una preciosa playa de arena blanca y aguas cristalinas. Miles de peces de colores nos rodean, bancos de peces minúsculos nadan sin descanso y otros más grades se acercan con sigilo. La visibilidad es muy buena y podemos ver a 20-30 metros de distancia con nitidez, en esta zona el coral es precioso y entre peces y coral de repente vemos acercarse algo enorme, no podemos creerlo pero si, es una tortuga, una enorme tortuga verde.

Antonio y yo nos miramos atónitos y emocionados. La seguimos a una cierta distancia y lejos de desaparecer rápido entre las profundidades, nos deleita nadando hacia nosotros, acercándose muchísimo, tanto que sentimos algo de miedo ante un animal de tal tamaño. De vez en cuando saca la cabeza a la superficie permaneciendo unos segundos mirando hacia la cercana playa, quizás donde acuda esta noche a desovar.
Después se para sobre el fondo de coral manteniéndose quieta durante más de diez minutos, pudiéndola observar con calma y regalándonos una imagen impresionante.
Al rato comienza a nadar y la seguimos con cautela manteniendo una distancia.  Aun más sorprendidos vemos que se acerca otra tortuga, unen sus cabezas como queriéndose decir algo, se abrazan uniendo sus cuellos como si de una emotiva despedida se tratase y después de unos intensos minutos se separan siguiendo cada una un camino.

Damos gracias a la madre tierra por regalarnos esta experiencia.
Nos encantan los animales y verlos en estado salvaje es nuestra obsesión. Pero sentimos un especial cariño sobre dos especies que nos parecen entrañables, los elefantes y las tortugas. La imagen de la tortuga mirándonos con esos ojos tan expresivos, como queriéndonos decir algo quedará grabada en nuestra mente toda la vida.
Es una mezcla de sentimientos encontrados, después de la satisfacción nos invade un gran sentimiento de tristeza. Pues sabemos los que la tortuga nos ha dicho con su mirada: “humanos, estáis locos, hasta donde llega vuestra ambición, estáis acabando con el mundo, ¿cuando os vais a dar cuenta?”



p.d.: Todas las mañanas a las cuatro de la madrugada una lancha motora recorre todas las playas de las Perentian recogiendo los huevos que las tortugas han desovado esa misma noche. En el mercado de Kota Baru venden los huevos para consumo por diez míseros ringins. Las autoridades del parque nacional son conocedoras y cómplices de esta barbaridad. En unos pocos años la población de tortugas habrá desaparecido.  

8 comentarios:

  1. Hola!
    Qué maravilla de crónica!Aunque no aparezca ninguna foto,he podido ver con la descripción todos esos peces y...sobre todo...ESAS TORTUGAS!Que son mi animal favorito!!
    Como véis,aquí estoy siguiéndoos el rastro;aunque pronto lo haré desde mucho más cerca porque ME HAN DADO EL ERE!! y a finales de septiembre me iré para alli.Un besazo para los dos!!Yani.

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  2. Perhentian es espectacular. Nosotros tuvimos la suerte de ir con unos amigos que son gente de mar, y ellos hicieron snorkel por el perímetro de la isla.

    Si os alquilais un kayak y vais al faro, podeis ver tiburones (si os alejais un poco y mirais hacia lo lejos). También hay tiburones en el lado izquierdo de Long Beach, donde el embarcadero, como a 600m.

    Mañana se nos acaba la vuelta al mundo y volvemos a España. Mucha suerte con vuestros viajes!

    César y Manu (Muang Khoa, Laos)

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  3. Precioso,Precioso y Precioso.
    Arco Iris.

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  4. Que bonita experiencia y el respeto a la madre
    naturaleza os engrandece al maximo,cuanto tienen
    que aprender de los dos ,por el civismo que demostrais con vuestro comportamiento y sencillez
    sinceramente admirables los dos.
    Yeni y Antonio, os quiero a los dos.
    Flor de las nieves.

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  5. Sirenita al sol de media tarde.
    ¿Qué preciosidad?.

    Edelweiss.

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  6. My fellow passenger adventurers I have them
    as a book of information with me always
    thanks for all your work.
    Greetings Moon.
    .

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  7. Menudo regalazo os hicieron las tortugas con
    su presencia, eso no pasa todos los días
    observar para deleite vuestro, tan cerca esa
    maravilla de la naturaleza. M M.

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  8. Moon,
    It makes us happy that it serves you the information of our blog.
    Regards
    Antonio

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