31 de diciembre de 2011

Reflexiones de un viajero

Hoy sentada sobre mi cómoda cama, cierro los ojos y vuelvo a soñar con una realidad que ahora parece tan lejana.
Nuestro viaje comenzó hace casi dos años en India y como dos jóvenes intrépidos pero algo inexpertos iniciamos una aventura que hoy podemos asegurar que ha cambiado nuestra visión de la vida.


Bajo nuestra mirada occidental, la India o el Sureste asiático se nos presenta como una especie de caos mezclado con pobreza, suciedad y enfermedades y muchos nos preguntan sobre lo duro que debe haber sido nuestra estancia en estos países. Yo, miro sus ojos marcados por el miedo ante lo desconocido, igual que lo hicieron los nuestros en tiempos pasados y entiendo su incertidumbre. Son unos ojos que viven engañados con nuestras falsas comodidades y una mirada con la carga moral y espiritual de éste nuestro mundo supuestamente avanzado y desarrollado. Mi alma se llena entonces de recuerdos, de sonrisas, de gestos, de conversaciones procedentes de todas las clases sociales que una y otra vez nos dieron lecciones de vida.


Allá donde otros solo ven miseria, nuestros ojos buscan una realidad más profunda y enriquecedora. Una realidad que les ha curtido en la vida y bajo la que esconden una sabiduría difícil de encontrar en occidente.
Es aquí donde hemos conocido a la gente más humilde y bondadosa. Es aquí donde menos avaricia, codicia o egoísmo hemos encontrado, tan común y aceptada en nuestra sociedad.
Pero solo aquel que viaje sin miedos, sin prejuicios y sin prisas podrá descubrir una parte del mundo donde aunque también las cosas están cambiando a un ritmo vertiginoso, aun puedes encontrar la pureza del ser humano.
Especialmente en India, donde la profunda espiritualidad y religiosidad invade muchos de los rincones de sus calles y donde vivimos situaciones a veces difíciles de explicar en las que nos vimos envueltos y nos dejamos llevar por los sentidos, viviendo experiencias inolvidables.


Vivimos en una sociedad que camina rápidamente hacia la pérdida de muchos valores humanos, por eso no es de extrañar que muchos occidentales acudan a India con la intención de vivir una experiencia que les cambie sus vidas.
Algunos quieren explorar en una visita relampago, una cultura muy rica y compleja, pero la India requiere tiempo y mucha energía. Todos ellos se sentirán tremendamente defraudados al percibir simplemente miseria, estafadores de sueños que pretenden vivir del turismo  y vendedores insistentes que conseguirán hacer perder la paciencia de los más tranquilos y que nosotros mismos también hemos experientado en muchas ocasiones, pero nada que una buena dosis de humor no pueda remediar.


Todavía recuerdo en Mysore a aquel vendedor que insistentemente quería vendernos a través de la ventanilla del autobús un bálsamo de tigre milagroso que podía curar todos los males y con el que acabamos riendonos tanto que cuando arrancó nuestro autobús, ambos nos despedimos agitando la mano como quien despide a un verdadero amigo.


Muchas veces bajo la miseria se encuentra la sencilla riqueza de unos habitantes que mantienen intactos unos valores, una dignidad y una bondad de la que mucho tenemos que aprender.


Por eso de nuevo desde mi pequeño y opulento lugar del mundo, echo de menos el bullicio por las calles, los saludos incansables de los habitantes de Indonesia con su "Hello mister, hello miss", la sonrisa de los niños mientrás juegan con un palo, la sinceridad de las miradas y la felicidad y la vida que rebosan estas personas que viven con 2 € al día.
Por eso aunque no reniego de mi procedencia gracias a la cual he tenido la oportunidad de conocer la otra realidad del mundo, nuestro futuro inmediato está ahora en la otra parte del mundo de la que aun nos queda mucho por aprender y descubrir.





9 comentarios:

  1. Que bonito,inigualable explicarlo mejor y con
    mas claridad, felicitaciones por ello.


    Un besito. Bel.

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  2. Gracias Yeni, por tu labor tan interesante
    y como nos comunicas,esas tan enriquecedoras
    experiencías vividas por ti y tu compañero.
    Nos has hecho reflexionar sobre nuestro
    comportamiento, en este lado del mundo y
    tratar de comprender con tus comentarios a los
    que viven al otro lado de este nuestro mundo.
    Gracias de nuevo Yeni eres maravillosa .
    Arco Iris.

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  3. Después de leerte, me quedo sin palabras... Nunca he estado, pero te leo y siento que en otra vida he sentido exactamente lo mismo que has sentido tú, allá, en esos lugares "tan lejanos"... Y ahora hay algo dentro de mí que me dice... déjalo todo y vete... vete y vívelo en esta, en esta Vida...

    mj

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    1. Todo empieza con esa sensación, con la necesidad de vivir una experiencia que te enriquezca más y más como persona. Si sientes esa necesidad, no la abandones, no la dejes pasar, vive tu experiencia cuando puedas.
      Yeni

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  4. Te hecho en falta Yeni, tu forma de vivir por esos mundos sin recursos,ni hechar de menos la vida comoda te engrandece,tú como siempre ,(maravillosa).Un beso.Luna.

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  5. Te hecho de menos Yeni ,tus vivencías por esos mundos sin apenas recursos te engrandece, tú siempre (maravillosa). Un beso Luna.

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  6. Como no recordarte, sí siempre tengo en mi mente tus maravillosos relatos
    junto con tus vivencias,te quiere.
    Amapola.

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  7. Es emocionante saber que otras personas también disfrutan viajar, ya que es una gran experiencia que se vive y no hay palabras para explicar las maravillas que hay en el mundo, lo importante es aprender, conocer y estar en familia compartiendo todo esto.
    Viajar te da la oportunidad de poder tener buena comunicación con las demás personas que existen en diferentes países y así como ellos aprenden de nosotros igualmente nosotros de ellos, es tan importante e inigualable todas las cosas lindas que nos permite experimentar DIOS.
    Saludos

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    1. Para nosotros, la vida tiene más sentido cuando estamos viajando. La pluralidad de gentes, de paisajes nos hace más humildes ante la vida y nos ayuda a valorar hasta las cosas más insignificantes de este mundo.
      Yeni

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