21 de agosto de 2013

Chengdu- Kanding



Hoy ha sido un día largo y agotador. Me llevaría muchas líneas contar todo lo que me ha pasado desde las siete de la mañana, que he cogido el primer bus, hasta las once de la  noche, que me he bajado del último vehículo. Pero después de tres cambios de planes y dieciseis horas repartidas en un autobús, dos furgonetas (una con accidente y colisión incluida), un todoterreno y una minivan super deluxe a estrenar donde iba solo con el chofer que la trasladaba al concesionario y donde he escuchado más de 30 veces la canción del ganga style, acabo de llegar al lugar donde me prometí no volver: Kanding.
El día ha estado marcado por la incertidumbre y algún que otro error.
Supongo que no he tenido el valor suficiente para atravesar en autostop un valle de 250 km con un puerto de 4055 m cuando varios agradables y pacientes locales me han confirmado que desde el terremoto del 2009 no hay transporte público que enlace los dos valles, y debido a las obras en la carretera apenas pasan coches.

Me quedo con lo bueno del día que es, sin duda, la gente que he conocido y que me ha ayudado por el camino. Entre ellos, la mejor mejor y más sorprendente ha sido la conversación que he mantenido durante más de dos horas con la chica china que se ha sentado junto a mí en el bus hasta que se ha quedado dormida apoyada en mi hombro.
Lo realmente sorprendente es que la chica era sordomuda...si como lo oyes. Entonces ¿cómo es posible? pues nos íbamos escribiendo las preguntas y respuestas en un papel. Como yo no sé los caracteres chinos lo haciamos en pinying. Realmente divertido y enriquecedor.

1 comentario:

  1. No tienes limites,lo tuyo es todo aventura, un abrazo amigo. Bel.

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