23 de agosto de 2013

Kanding - Danba


Después del agotador día de ayer y de haber dormido seis escasas horas me lanzo a la calle aun de noche para coger el bus a Danba. Al llegar a la estación, recibo la primera información contradictoria pues me informan que el bus no sale hasta las cuatro de la tarde en lugar de las 6.30 que me habían dicho en el Guesthouse. 
La única minivan privada que va a Danba me pide cien yuanes sin posibilidad de bajar y hay que esperar a que se llene, así que me lanzo a la carretera  con la esperanza de tener la fortuna necesaria para salvar a dedo los casi doscientos kilometros que me separan de mi destino.

El día empieza bien y en menos de tres horas enlazo una furgoneta, un camión y una camioneta y consigo salvar cien kilometros. todo apunta que en otras tres podría llegar a destino, todo un record. Además en la última furgoneta un matrimonio encantador con un puesto de frutas en la parte posterior de la camioneta me invita a desayunar por el camino y me escribe en un cartón mi destino en caracteres chinos, a la vez que me provee gratuitamente de plátanos y agua para el camino.


El cuarto vehículo tarda casi dos horas en pararme y a los veinte kilometros el día se empieza a torcer pues nos encontramos con un puesto policial en la carretera y no sé por qué motivos no podremos pasar hasta las nueve de la noche. Solo estoy a ochenta kilometros y tres horas en coche pero tendremos que estar aquí nueve horas parados.

Otro gran día para reforzar una de mis debilidades, la paciencia. Si continúan las carreteras de Sichuan en este estado, voy a tener esta virtud más desarrollada que Santo Tomás de Aquino.

La orografía de la provincia es extraordinariamente abrupta con muchas montañas por encima de los 5000 m. Me sorprende las dimensiones de los valles en esta parte del planeta, mientras que en España un gran valle puede tener 80km de largo, aquí puedes encontrarlos de 300 y 400 km. (como si entraras en el valle en Madrid y llegaras al puerto en Alicante).

Todas las montañas por encima de 7000 m se encuentran en la cordillera del Himalaya repartidas entre Pakistán, India, Nepal y China. Hoy he dormido a escasos kilómetros del monte Gonga de 7556 m., la montaña por encima de 7000 más alejada del Himalaya.

A la dificultad ortográfica se suma la enorme actividad sísmica de esta zona y los enormes destrozos provocados por los terremotos de 2009 y 2011.
Pero lo más sorprendente es que los chinos se empeñen en hacer carreteras nacionales e incluso ciudades de hasta 60.000 habitantes en valles tan angostos donde la naturaleza solo permitiría el paso de una mula por una estrecha senda. 
El panorama resultante después de semejante destrucción, es desolador y las consecuencias de cualquier movimiento sísmico resultarían evidentes para cualquiera que no esté sedado en el sueño (para unos y pesadilla para nosotros) del crecimiento ilimitado.


1 comentario:

  1. China no tiene limites, es grande en todo, buen viaje.
    ( Viajero por el mundo) Maribel.

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