7 de noviembre de 2010

Champaner

Llegar a Champaner no es fácil. Y más si te tienes que pelear con cinco mil indios que en su día de vacaciones han decidido peregrinar al templo Lakulisha en lo alto de la montaña de Pavagadh.

Entrar en un local bus se está convirtiendo en deporte extremo, y no sé si esta actividad estará cubierta por el seguro de viaje. Y es que los indios son como animales cuando se trata de entrar en un tren o bus. Nosotros tenemos que coger dos: uno de Vadodara (donde nos ha dejado el tren a las 7 de la mañana) a un pueblo que ni recuerdo el nombre y otro de ahí a Champaner. Al bajarnos del bus nos encontramos con miles de personas. Nosotros las seguimos como borregos, sin preguntar. Casi nos suben en volandas a un jeep con… 25 personas¡¡¡. Seis en los asientos de delante, con el conductor saliéndose por la puerta.  El record lo teníamos en otro jeep que cogimos en  la frontera de India con Nepal, en Sunauli, allí montamos 18. No pasa nada, esto entra dentro de la normalidad India, tanto como ver a una familia completa de  5 miembros en una moto o 2 cerdos y 2 perros y el dueño en una scooter.  

Lo peor es que al bajarnos del jeep nos damos cuenta que Champaner está donde nos había dejado el bus y este trayecto era para subir al templo de los cojones. Bajada en jeep en las mismas condiciones.

Es Gujarat casi nadie habla inglés. Además aquí nos hablan en hindi con toda normalidad, y aunque les decimos que ni papa de hindi ellos siguen hablándote en hindi.

Champaner lo componen las ruinas de una ciudad del s.VII, antigua capital de Gujarat y declarada Patrimonio de la Humanidad, la mayoría son edificios religiosos, siendo la Jama Masjid el más espectacular.






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