6 de diciembre de 2010

Puducherry (Pondicherry)


Bien ¡, siempre encontramos lo que necesitamos en el momento más oportuno. Y es que después de varios días por las carreteras de Tami Nadul, exhaustos de tantas horas  de autobús llegamos a una tranquila ciudad costera con herencia colonial francesa, llena de franceses (unos afincados y  otros de paso), pero con unas panaderías con pan ¡¡, si, pan de barra, como en España, y una bollería que nos hace perder el sentido . Nos metemos cada uno un bocadillo de media barra, eso sí vegetariano, pero nos sabe a gloria. Solo por esto Pondy (como lo llaman aquí) se merece un alto en el camino, e incluso quedarnos más tiempo del  planeado, pues estamos de comida de zafarrancho hasta las narices.


Esto no se parece en nada a una ciudad india, de hecho es la ciudad más “occidental” en la que hemos estado. No es que tenga centros comerciales, grandes avenidas o nuevos bloques de vivienda,  más bien es por una mezcla de ambientes indio y francés , con un “barrio francés” donde se encuentra un gran consulado de Francia, el hotel De Ville y  restaurantes  franceses con paté, quesos y esas cosas. Además aquí los indios toman capuchino con croissant en un café mientras leen el periódico o se conectan a internet con un laptop con wireless.

Al día siguiente cambiamos de guesthouse pues hemos encontrado justo al lado uno por casi la mitad de precio. Lo curioso es que se accede por una tienda de ropa.
Tras un buen desayuno de bollería y milk Shake (batido de frutas) nos cogemos un bus local que nos lleva a la playa. He visto publicidad de un sitio que alquilan tablas de surf y quiero ver si hay olas y cuanto cuesta.
La playa es algo destartalada y andando unos kilómetros por ella vemos secuelas del Tsunami, pues nos encontramos en el golfo de Bengala  y aquí debió hacer bastante daño.
No hago surf y además pierdo mis chanclas, así que toca volver descalzo a Pondy.



Al final la escala en Pondy se prolonga durante tres días dedicados a relajarnos, comer bien y planificar la ruta a seguir de aquí en adelante. Hemos calculado que solo nos quedan seis días hasta llegar a Kolkata, pues los Estados de Andra Pradesh  y Orissa son poco interesantes. De hecho decidimos no continuar por la costa y viajar a Hyderabad, como escala entre Chennai y la zona de Bhubaneswar, Puri y Konark.

Kolkata es más que otra escala, es una meta, un destino que esperamos con ilusión, pues es más que una ciudad, representa a la India como ninguna otra. Quizás sea la ciudad de la India sobre la que más se ha escrito, filmado y hablado fuera de la India. Posiblemente la mayoría de los occidentales cuando piensan en la India la primera ciudad que les venga a la cabeza sea Kolkata. Hay decenas de películas y libros que hemos visto y leído sobre esta ciudad.
Pero pensar en Kolkata nos produce también tristeza, pues  supone un fin. Después de recorrernos este maravilloso país de norte a sur, de oeste a este, Kolkata será nuestro último destino dentro de la India.



1 comentario:

  1. No estes triste Antonio ,seguro que
    volvereis y tu haras surf y encontraras
    las chanclas. Ya lo veras.

    un besito Edelweiss.

    ResponderEliminar