21 de mayo de 2011

Muang Khua-Pak Nan Moy


A las cinco de la mañana sale el único autobús que une Bien Dien Phu (Vietnam) con Muang Khua (Laos). Son ocho horas por una pista de montaña que se eleva hasta alcanzar la frontera de Vietnam. Cuatro kilómetros después se encuentra la de Laos.
Además del visado on arrival (35 usd) nos hacen pagar 3.000 kips por tomarnos la temperatura para ver si tenemos la H1N1 (gripe porcina). Después de pasar los tramites de salida y de entrada y pagar el visado volvemos a montar en el bus y continuar subiendo y bajando montañas y cruzando ríos con un bus que parece un todo terreno. El bus termina su recorrido a orilla del rio Nam Ou, cruzamos en un bote para llegar a Muang Khua.


Llegamos a Laos y volvemos a tener las mismas buenas sensaciones que la primera vez. Tenemos un cariño especial hacia este país y no sabemos muy bien porque. En sí creemos que es el lugar que mejor se adapta a nuestro ideal y cumple todos los requisitos para sentirnos a gusto.
El país en sí no tiene grandes atracciones como sus vecinos, realmente no tiene ni templos impresionantes, ni playas ni ningún paisaje espectacular, Angkor Wat en Camboya, Halong Bay en Vietnam o las playas de Tailandia, merecen una visita solo por estas maravillas.Pero es un país bonito, autentico y sin explotar. 


Creo que este debe de ser uno de los países menos desarrollados del mundo y esto nos encanta. Sin apenas ciudades y con una población en un 95% rural, repartida en pequeñas aldeas casi autosuficientes: pescan en el rio, tienen un pequeño huerto y arrozales además de cerdos y gallinas campando libremente por la carretera. El excedente de todo esto lo venden en el pequeño mercado de la aldea y con lo que sacan compran lo que no producen.


Laos tiene algo menos de superficie de Vietnam pero mientras esta cuenta con 90 millones de habitantes, Laos solo tiene 6. La gente es super agradable, todos saludan con un cantado “savaidee” mientras dibujan una sonrisa en la cara. Reina la tranquilidad, nadie tiene prisa, nadie se altera, nadie quiere engañarte.
Por último apenas hay turismo, y eso nos hace sentir como expedicionarios descubriendo nuevos mundos.

Han pasado 3 meses y medio desde que dejamos el país y si cabe ahora lo apreciamos más después de venir de Vietnam.

El Norte de Laos es una cadena continuada de montañas cubiertas por densa selva casi intacta. Hermosos ríos discurren entre las montañas.



En Muang Khua decidimos pasar dos tranquilos días sin nada más que hacer que disfrutar del paisaje. Desde nuestro guest house tenemos una vista esplendida del rio y del pueblo, y aquí conocemos a una agradable pareja de españoles que viven en Holanda con la que compartimos experiencias de viaje y pasamos la tarde.
Al día siguiente  cogemos un autobús hasta Paknamnoi, donde pretendemos hacer un trekking para visitar alguna aldea Akha.
Es difícil viajar por libre e intentar hacer un trekking por tu cuenta encontrando aldeas o lugares a veces recónditos, pero aun con el riesgo de caminar horas y horas y no encontrar nada, siempre nos compensa más esta opción a contratar un guía o un tour organizado.
Iniciamos nuestra aventura, esta  vez para intentar encontrar una pequeña aldea Akha de la que solo sabemos que se encuentra a 5 km de Paknamnoi.  Tras caminar unos cuantos km, encontramos un sendero que posiblemente nos lleve hasta el pueblo, dos km más adelante en lo alto de una colina encontramos la aldea. 




Los niños salen a recibirnos y se acercan con curiosidad pero con recelo. Pasamos varios minutos mirándonos  y sonriendo, poco a poco todos pierden el miedo, nos hacemos fotos con ellos y hacen tonterias delante de nuestra cámara para luego verse.



Las mujeres más discretamente nos miran  aunque sin esconder su asombro. Una anciana más atrevida se acerca y se intenta comunicar con nosotros, en una libreta tenemos una lista de preguntas básicas de Laos y decidimos practicar con ella. Le preguntamos su nombre y tras varios intentos nos entiende, todos los niños sonríen y repiten nuestros nombres. Puede parecer simple o absurdo, pero es tan emocionante cuando puedes comunicarte con gente tan diferente a ti que te hace sentir algo especial. Todas las mujeres entre 15 y 30 años están embarazadas y caminan por la aldea con sus bebes dándoles el pecho. Desde luego es una aldea realmente autentica por la que el turismo no debe hacer demasiado acto de presencia.


Continuamos nuestro camino y nuestras ganas por descubrir nuevas aldeas sigue intacta pero después 4 horas de caminata por un sendero cuesta arriba que no nos da ni un respiro dudamos que ese sea el camino correcto para la siguiente aldea. De repente a lo lejos vislumbramos una aldea, pero pronto vemos truncadas nuestras ilusiones por llegar a la nueva aldea. Un paisano nos indica que ese no es el camino correcto que debemos dar media vuelta, no le hacemos caso, pero algo extraño parece pasar, porque estamos seguros de que este es el camino, quizás no quiere que pasemos, quizás hay plantaciones de opio, quizás…quien sabe…aun así seguimos, mas adelante nos encontramos otros tres lugareños y nos dicen claramente que no podemos pasar, que media vuelta. Con muchas dudas sobre si seguir o no, optamos por lo más razonable, media vuelta y una aldea que solo imaginaremos en nuestra mente.


Anochece y llegamos al pueblo a tiempo de cenar e irnos a dormir temprano después de la paliza de hoy. Llegamos a nuestro alojamiento dispuestos a dormir como troncos, pero la habitación está a más de 40 grados y no hay ventilador. No podemos abrir las ventanas porque hay millones de mosquitos, la noche se presenta complicada, aunque lo peor estaba por llegar. Nada más tumbarnos en la cama los grillos empiezán a cantar pero dentro de la habitación. Son por lo menos unos diez que hacen eco con las paredes. Pensamos en dormir fuera que se está mejor. Finalmente cambiamos de habitación y colocamos nuestras mosquiteras en puertas y ventanas para respirar algo de aire fresco. El sueño nos vence y ni el calor ni los grillos impiden que caigamos dormidos.

2 comentarios:

  1. Yo recuerdo en verano un puñetero, grillo
    cantando todas las noches durante el verano,
    y al año sigiente otra vez.
    belsays.

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  2. Genial esta experiencia!
    Gracias por compartirla.

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