25 de septiembre de 2011

Tuk Tuk - Parapat - Bukitinggi - Danau Maninjau


Hoy 25 de Septiembre se cumplen 365 días de nuestro viaje por Asia. Quién nos iba a decir hace unos años que íbamos a tener la fortuna de poder cumplir nuestro sueño. Lo mejor de todo, es que la realidad ha superado a lo soñado. Aún así, no todos son momentos maravillosos, también sufrimos.
Llevamos ya miles de kilómetros recorridos y casi siempre en autobús. Lo hemos tomado cientos de veces y realizado trayectos de todo tipo, pero en el autobús de Parapat a Bukitinggi batimos todos los records.

El viaje prometía ser largo, pues nos informaron que tarda catorce horas, por ello decidimos comprar billete en el bus “executive” para tener más confort. El bus de las tres de la tarde llega lleno por lo que tenemos que esperar al de las cinco que terminó llegando a las siete.

Una vez montados y acomodados en nuestros asientos de luxe (se supone que es un bus “executive” y que, a diferencia de los “economic”, tienen asientos reclinables y WC) el espacio entre nuestro asiento y el de delante no es más de diez centímetros, por lo que no sabemos dónde meter nuestras piernas durante las siguientes catorce horas. Además los asientos se reclinan dos escasos centímetros.

Enseguida notamos un olor a orines (más bien hedor) proveniente del wc que se encuentra al final del autobús, una fila detrás de nuestros asientos. El bus salió de Medan y no para ni para mear por lo que todos mean dentro y el olor es literalmente insoportable.

Para colmo, la carretera, llamada “Transumatra Highway” por ser la vía principal que cruza Sumatra de Norte a Sur, es poco más que un patatal lleno de socavones, tramos sin asfaltar y cuando nos cruzamos con otro bus o camión uno de los dos tiene que recular hasta poder pasar.


Ya sabemos que no vamos a pegar ojo en toda la noche que promete ser larga, al menos llegaremos a las siete de la mañana y podremos buscar un GH y dormir.
A las cuatro de la mañana el bus se para en un descampado. Bajamos para respirar y cuando llevamos una hora parados pregunto al conductor que es lo que pasa. Al parecer una pieza del eje se ha roto. Casualmente, el conductor desembala una caja y nos enseña la nueva que hay que poner, por lo que el huevón sabía que se iba a romper pero no la ha cambiado hasta que se ha roto de verdad.

Estamos en la puerta de un taller, pero no abre hasta las siete, por lo que pasamos cinco horas parados en el descampado esperando al mecánico. Cuando este llega se pone a dar martillazos como loco, que es como se arreglan aquí las cosas.
Continuamos el viaje cada vez más mareados y con este apestoso olor a orines, que nos dá la sensación de estar viajando dentro de uno de esos wc móviles que ponen en las fiestas de los pueblos.

Al final llegamos a Bukitinggi a las siete de la noche ¡Veinticinco horas después!
Nuestro record estaba en quince horas en la India. Lo más sorprendente es que se trata solo de 380 km, menos que un Alicante-Madrid.

Tendremos que plantearnos como hacer para recorrer el trayecto Padang-Bandarlampung- Yakarta, que según la guía son cuarenta y siete horas en bus y sin paradas interesantes por el camino. De momento nos prometemos no tomar nunca más un autobus con wc.
En el primer GH que entramos regentado por un alemán, le contamos lo sucedido y nos dice que es normal y que el record lo tiene un holandés que tardó cuarenta y dos horas para el mismo trayecto. 
Anécdotas aparte, por el camino hemos pasado por Bonjol, el lugar por donde pasa la línea imaginaria que separa el hemisferio norte del hemisferio sur, (es decir, el Ecuador); por primera vez en el viaje cruzamos la línea ecuatorial y seguimos andaduras por el Hemisferio Sur. Mi padre siempre dice que cuando tiras de la cadena, el agua gira en sentido contrario que en el hemisferio norte. Cuando fuimos  a Argentina no me fijé y aquí está difícil comprobarlo pues casi todos los baños son turcos. 
El alojamiento en Bukittinggi es malo y caro, pero pagamos bastante por una buena habitación porque hoy más que nunca necesitamos comodidad.
Bukittinggi nos sorprende de nuevo por la ausencia de turistas, realmente hay muy pocos extranjeros. La segunda sorpresa es que ahora no estamos en tierras cristianas, si no en zona musulmana.




Bukittinggi tiene un mercado muy animado y grande, las mujeres invaden las aceras con frutas y verduras mientras los clientes van y vienen en carruajes de caballos que usan a modo de “taxi”. Hacía tiempo que no veíamos un mercado de carne o pescado propio de estos países; tienen los pollos en jaulas y justo encima de las jaulas los matan y colocan para su venta.




Atravesando en Cañón hicimos una pequeña marcha hasta la villa de Koto Gadang, interesante pueblo con casas coloniales holandesas (Sumatra fue colonia holandesa) y alguna casa Minangkabau, tradicionales de esta área y que parecen sacadas de algún cuento de hadas con los tejados picudos, las paredes principales estrechándose hacia la base y todo decorado con tallas de madera pintadas de colores. Vemos el volcán Merapi, (2.890 metros) y el volcán Singgalang (2.880 metros); Bukittinggi se haya justo en medio de ambos volcanes. El Merapi salió en las noticias hace dos días, cuando estábamos en el lago Toba, porque pegó una buena explosión y últimamente está muy activo.






Al día siguiente nos vamos en opelet al Lago Maninjau, otro lago formado en el cráter de un volcán. Para bajar al lago desde Bukittinggi, se ha de hacer un tremendo descenso de 44 curvas en U; cada una tiene su número así que no hace falta ir contándolas para ver cuánto falta. Por el camino hay miradores pero la niebla nos impide ver el lago hasta casi llegar abajo.
El lago Maninjau es realmente bonito, está rodeado de pequeñas aldeas dedicadas a la pesca y al cultivo de arroz. Nos quedamos a dormir en una cabaña al lado del lago. Tiene unas canoas de madera y en el primer intento de subirme a una pierdo el equilibrio y me voy de cabeza al agua para disfrute de los locales asistentes.





La gente de este pueblo también es encantadora. Caminando por  el pueblo nos empiezan a llamar unos  niños de una casa “¡mister, mister!”, nos acercamos y resulta ser una academia de inglés para niños, nos invitan a participar y el profesor quiere que hablemos ingles delante de los niños, resulta muy gracioso y nos quedamos hasta el final de la clase. Luego el profesor nos invita a un té mientras hablamos largo y tendido hasta bien entrada la noche.




Al día siguiente visitamos unas cascadas, de bajada pasamos por una zona de mucha vegetación, al parecer una de las plantas produce una urticaria bestial que nos dejará un ardor en las piernas durante los siguientes cuatro días.
Hemos decidido tomar un avión de Padang a Yakarta, para ahorrarnos tres días dentro de un autobús. Lo más sorprendente es que tampoco hay mucha diferencia de precio, pues los vuelos nacionales son muy baratos y hay varias compañías de bajo coste. Queremos comprarlo por internet pero no nos permite pagar con nuestras tarjetas, así que al día siguiente nos plantamos en el aeropuerto sin billete y a las dos horas estamos despegando con destino a Yakarta. Ha sido una suerte tremenda y además el billete nos ha salido más barato que por internet. 




3 comentarios:

  1. Las fotos que poneis son tan enormes, que no cargan bien. Enhorabuena en el aniversario!

    ResponderEliminar
  2. Yeni y sus nuevas amigas,
    Cuantos kilometros paises monumentos culturas
    contratiempos y satisfaciones teneis en
    vuestras mentes, que experiencias mas
    fascinantes que novela tan interesante,de todas
    las vivencias ocurridas.
    Edelweiss.

    ResponderEliminar
  3. Mujer atrapada por huevos.
    muy buena.

    ResponderEliminar