24 de agosto de 2013

Danba


Danba se encuentra en la unión de tres espectaculares gargantas por donde confluyen tres caudalosos ríos. Las enormes montañas que la cercan están salpicadas por pequeñas y pintorescas aldeas tibetanas con una maravillosa arquitectura y con altísimas atalayas de hasta 60 m, que llevan soportando en pie la actividad sísmica de la falla de Longmenshan (esa que tanto castiga a la provincia de Sichuan) durante más de mil años.




En esta zona bien podría permanecer unas cuantas semanas, pues la remota ubicación de las aldeas, muchas de ellas únicamente accesibles por serpenteantes senderos requieren de unas buenas piernas que lo soporten o en su defecto un buen bolsillo para afrontar los costosos taxis privados.





A las aldeas más cercanas procuro ir a pie, pero a las más alejadas me lanzo a la carretera y enseguida algún amable conductor me acerca hasta el inicio de la senda, el resto corre por mi cuenta.




Afortunadamente, después de la caminata de ayer, hoy me han parado por la carretera unos turistas de Chengdu. Tenían otro rumbo diferente al mio, pero al revelarles mi proposito, se han mirado con cara de extrañeza, preguntandome por que motivo queria yo ir allí. Su curiosidad les ha hecho cambiar de planes y hemos ido juntos a una remota aldea llamada Badi. Se han quedado sobrecogidos por el lugar y mus satisfechos del cambio de planes. He pasado todo el dia con ellos y me han traído de regreso a Danba. 






A menudo me cuesta creer que, pese a las dificultades derivadas de las diferencias lingüísticas (viajando por estas provincias casi no he encontrado chinos que hablen inglés) pueda conseguir llegar a los sitios de esta manera e incluso mantener sencillas conversaciones con la gente que me para, (aunque a veces debido al cansancio físico estas conversaciones me produzcan un enorme agotamiento mental).
Pero la verdad es que no es mérito mío sino valor de los chinos que meten en su vehículo a un desconocido y ademas extrangero. De hecho de todos los países que hemos visitado, China está siendo junto con Malasia el que más fácil nos está resultando movernos en autostop.


Badi, Jiaju, Suopo, Zhonlu, y tantas otras por las que he pasado, son como postales perfectas. Lo tienen todo, casas con una arquitectura asombrosa colgando de escarpadas montañas con una cultura riquísima y una tradición que se conserva intacta. Por algún motivo National geografic magazine calificó estas aldeas como las más bonitas de China, y curiosamente es llamado Beauty Valley, pues las mujeres Jiarong (minoria etnica que habita estos valles), también dicen que son las más bellas, algo que efectivamente llama la atención.



1 comentario:

  1. De nuevo comienzo viajando de la mano de estos dos viajeros por el
    mundo, sin rumbo fijo ni dirección,y como pluma llevada por el viento
    me dejo transporta por donde ellos y su destino les guie.
    Buen viaje,China os esta esperando intrépidos incansables viajeros.

    Un beso muy grande. Os quiero. Flor de las nieves.

    ResponderEliminar