12 de julio de 2017

Alemania

Han pasado ya tres semanas desde que entramos en este país, paraíso para viajar en bici como nunca antes lo hubiéramos imaginado. Y es que Alemania cuenta con una red de ciclovias nacionales de corta, media y larga distancia que al verlas impresas en un mapa, parece mas la red de carreteras del país, que vías ciclables.
Atrás quedó el compartir carretera con coches y camiones. La bici no es un vehículo a motor, tampoco un peatón, así que tiene su propio lugar, tanto en las ciudades, con los carriles bici, como fuera de ellas, con las ciclovías.



El cicloturismo es una forma de viajar muy común en este país. Los alemanes cuando tienen vacaciones, cargan sus alforjas, meten la bici en el tren y se van a recorrer una parte del país.





El respeto por el ciclista entre los conductores nos deja casi incrédulos: reducción de la velocidad y separación de más de 2 metros para adelantarnos, nos ceden el paso aunque no tengamos preferencia y un sin fin de detalles.
La bici eléctrica es toda una revolución, sobretodo entre la tercera edad.




No sólo la cultura de la bici nos sorprende de este país. La naturaleza es constante y el país tiene una cantidad de ríos de todos los tamaños que son los que nos sirven para trazar nuestro recorrido.
Todo parece idílico, sus preciosas casas al estilo americano con un jardín extremadamente cuidado, un buen coche aleman en la puerta del garaje para que todos vean lo bien que les ha ido. Todo indica que es una sociedad muy consumista y preocupada por las apariencias. Este país nos encanta para viajar en bici, pero nos falta algo, quizás sea el factor humano. Los pueblos son preciosos pero nunca hay nadie en ellos, están desiertos, no hay ambiente.



Gracias a las maravillosas experiencias alojándonos con Warmshowers conseguimos conocer un poco mejor este país y sus gentes.



No podemos más que aprender de la hospitalidad y generosidad de la gente que nos ha abierto las puertas de sus casas.







Este país que se debate entre el confort que les da sus posesiones materiales y el trabajo exigente y estresante para conseguir los ingresos.
Orgullosos por lo bien que lo ha hecho su país pero con la conciencia intranquila porque el resto del mundo no tiene tanto. Con conciencia ecológica pero hiperconsumista.
Acogiendo a un número elevado de inmigrantes y ahora refugiados, pero no poniéndoselo fácil para integrarlos en la sociedad.

Los alemanes se exigen mucho y esperan lo mismo de los demás, quizás deberían relajarse un poco y disfrutar más de la vida sin esperar a llegar a ser pensionistas para irse con la autocaravana a las costas españolas y croatas.
Quizás deberían tumbarse más en el césped de su jardín en lugar de segarlo tanto y dejar crecer malas hierbas que suelen dar flores preciosas.
























3 comentarios:

  1. Impresionante viaje con grandes aventuras que contar. No es fácil viajar con esa libertad durante tanto tiempo. Seguid disfrutando de ello.

    ResponderEliminar
  2. Sois un referente para mucha gente de valor,resistencia,riesgo y supervivencia salvando situaciones comprometidas con buen humor.

    ResponderEliminar
  3. Mis queridos jovenes. Habéis vivido muchas aventuras,muchos kilómetros pedaleando,por países desconocidos.
    Os recuerdo que llega el otoño y las bicicletas son para el verano.
    Estáis muy lejos y vuestras familias os esperan y amigos también. Besos Edelweiss.

    ResponderEliminar