22 de noviembre de 2010

Reserva Natural Wayanad (2ª parte)

Nos levantamos a las 6,30 esperando con  ansia que Gopal venga a recogernos. Pero el día empieza mal. Son las 8,00 y Gopal no viene así que decidimos entrar nosotros. Otra vez la suerte nos vuelve a acompañar y da un giro al día: de camino a la selva nos encontramos a Suree. El se encarga de cuidar un Lodge en construcción. Al decirle que hemos entrado para ver elefantes, llama a dos adivasis y nos meten en la selva con machete en mano. ¡¡ Dios que experiencia ¡¡
Cruzamos el rio con el agua por la cintura y durante más de 4 horas nos adentramos en la profundidad de la selva. Nuestras ganas por ver elefantes nos impide ver el riesgo que estamos corriendo. Aquí solo entran los adivasis, casi nadie de la aldea se atreve. Vemos muchos rastros de elefante y… hasta huellas de tigres ¡¡.
Desgraciadamente la maleza está muy alta en esta época y no conseguimos verlos. La experiencia ha sido increíble y eso que los lichis (sanguijuelas) se han cebado con nosotros.

A la vuelta los adivasi se suben a un cocotero para darnos de beber.
Hablamos con Suree. Le pedimos quedarnos a dormir con él en el suelo del lodge en construcción. El acepta. Por la tarde paseo y chai con pastas en casa de un vecino de la comunidad, por la noche partida de cartas hasta irnos a dormir.
A la mañana siguiente nos despertamos a las  5,30 para ver amanecer. Los adivasi que tenemos al lado se han puesto a cantar a mitad de la noche, parece ser que se toman un alcohol hecho por ellos y les dá por ahí.
Último paseo y nos despedimos de la selva y de nuestros amigos.






1 comentario:

  1. Y si beben de los cocos y se reúnen para beber alcohol y cantan...

    ¿Eso es un cocotellón?

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