29 de enero de 2011

Huay Xai - Vieng Phpukha

Nada  más cruzar a Laos cambiamos dinero: con cien euros nos han dado un millón de Kips ¡¡. ¡Por primera vez somos millonarios¡, aunque apenas tenemos tiempo para saborear nuestro nuevo estatus, pues en unos minutos encontramos un chiringuito donde venden bocadillos, y como no, nos lanzamos como locos a comprarnos dos que nos cuesta veinte mil kips ¡¡. Después de tanto tiempo sin comer pan esto nos parece un manjar.

Tras los trámites para conseguir el visado cogemos un bus dirección Vieng Phpukha, nuestro primer destino de Laos. En la estación coincidimos con una francesa, un israelí y un australiano y disfrutamos de una simpática conversación.

Durante el trayecto alucinamos con lo que vemos, pues nos habían dicho que Laos era parecido a Tailandia pero nada de eso. La carretera discurre entre montañas y una densa selva. Alguna pequeña aldea con casas de bambú y techos de paja aparece al margen de la carretera y piaras de cerdos y gallinas con sus polluelos campan a sus anchas en la calzada. El nivel de desarrollo es muy inferior a India o Nepal. Ahora entendemos que Roldan se escondiera aquí.
Es un buen lugar para que no te encuentren.



Solo hay una carretera que prácticamente cruza Laos de Norte a Sur, con bastantes tramos sin asfaltar. Apenas hay tráfico, solo algún camión y autobús, casi ningún vehículo particular. Por cierto, aquí vuelven a conducir por la derecha, después de tanto tiempo en India y Tailandia, donde conducen por la izquierda, esto nos resulta confuso. Pequeñas distancias se hacen interminables. Para recorrer 70 kms tardamos unas cinco horas. A mitad de camino el bus hace una parada, todos nos bajamos a mear, los hombres a un lado de la carretera y las mujeres al otro.

Al bajarnos en  Vieng Phpukha nos encontramos con una pequeña aldea rural y humilde. Nos cuestionamos que pueda haber alojamientos en este lugar, pero para nuestra sorpresa hay cuatro guesthouse, así que como solemos decirnos cuando tenemos solucionado el alojamiento, ¡ya tenemos choza!, y en este caso nunca mejor dicho, pues estamos en una pequeña cabaña de bambú y paja con vistas al río.


Poco a poco el sol empieza a esconderse tras las montañas y en poco tiempo la oscuridad más absoluta  lo invade todo pues en las calles no hay luz, y solo se percibe el resplandor de alguna vela tenue en el interior de las casas. Miramos al cielo y miles de estrellas lo iluminan. Nos quedamos un buen rato absortos, hacía tiempo que no veíamos un cielo tan estrellado.

Al amanecer  las montañas están cubiertas de niebla, dándole al paisaje un ambiente misterioso.
Desayunamos con una pareja de españoles que están dando la vuelta al mundo en bici. (www.rodadas.es)


Queremos aprovechar el día y hacer algún trekking por la zona, aunque no tenemos muy claro que podemos visitar, aquí nadie habla inglés, y se nos hace difícil conseguir información pues solo te dicen que debes contratar un  guía.


Al final visitamos una cueva oculta en la selva con más de 5 km de longitud, aunque solo entramos unos cientos de metros acompañados por un hombrecillo que a cambio de 50 centimos nos abre la puerta y nos hace de guía con su linterna. Allí los tres solos sin un ruido y con tanta oscuridad sentimos hasta un poco de miedo.
La cueva se encuentra a 30 km de Vieng Phukha, así que nos toca hacer autoestop para ir y para volver. Aún con el poco trafico que hay, tenemos suerte y en poco tiempo nos recogen camiones.
Llegamos a nuestra aldea y nos aventuramos a hacer un trekking por la zona, sin gran exito pues los caminos se bifurcan una y otra vez y atraviesan arrozales inundados que nos impiden continuar. De todas formas, no muy lejos descubrimos pequeñas aldeas de lo más auténtico, donde se nos pasan los minutos sentados simplemente observando.





Después de mucho buscar y acabar encontrando en Tailandia aldeas tribales y lugares autenticos y sin turismo, aquí en Laos las hemos encontrado sin ningún esfuerzo casi a pie de carretera. Desde luego este es un lugar maravilloso para llevar a cabo mi sueño de realizar trabajos antropológicos explorando y descubriendo las aldeas tribales.





2 comentarios:

  1. Lo vuestro es una aventura cotinua
    no descansais ,cuando llegais ya estais
    pensando en una nueva aventura.
    Que vida mas emocionante.

    EDELWEISS.

    ResponderEliminar
  2. La abuela fuma , la abuela bebe , la abuela
    baila , la abuela siempre hace lo que quiere.

    M M.

    ResponderEliminar