19 de enero de 2011

Mae Hong Son


Hay una sensación que tenemos desde que dejamos la India, nos sentimos un poco vacios e indiferentes con lo que Tailandia ofrece. No es que no nos esté gustando o que no lo estemos disfrutando, sino que nos está resultando un viaje más frio y turístico de lo que estábamos acostumbrados. Todo es demasiado fácil y al contrario que en la India, no tenemos la sensación de estar descubriendo lugares que te dejan huella. Esperábamos encontrar en Laos una parte de este vacío que arrastramos desde la India, pero ya sabemos que todo el sureste asiático es muy parecido.

Cuando viajas es difícil no imaginar lo que nos vamos a encontrar en el próximo destino. La decepción no es más que una realidad no esperada, así que estamos esforzándonos en intentar no esperar nada de ningún sitio, no pensando ni donde vamos ni de dónde venimos, simplemente dejando que los nuevos sitios nos hechicen a su manera.

Pero por fin, en Mae Hong Son hemos encontrado lo que tanto hemos buscado. Por primera vez en nuestro viaje hemos tenido que echar mano de una moto de alquiler. En la India ni se nos pasaba por la cabeza pues además de arriesgado era totalmente innecesario pues entre trenes, buses y rickshaws puedes llegar al destino que te propongas. Aquí en Tailandia no la habíamos necesitado hasta ahora, pero alquilarla aquí ha sido un gran acierto.
Durante 3 días y unos 300 kms hemos recorrido el noreste del país, creo sin duda, debe ser una de las partes más interesantes de Tailandia.




Con ella hemos atravesado carreteras rodeadas de picos y valles y llegado a pueblos tribales de las montañas. Son minorías étnicas muchas de ellas procedentes del sur de China y Myanmar. Poseen su propio idioma, creencias y formas de vestirse. Las más numerosas son los Lisu, los Lahu y los Karen. Los Karen posiblemente sean los más conocidos, pues existen cuatro grupos, los Karen pwo, los kayah, los pa-o (o karen negros) y Skaw Karen (o Karen blancos) y en estas últimas viven las famosas Long Neck o mujeres jirafa.






 Hemos pasado una noche en una aldea junto a un lago, llamada Ban Rak Thai. La habitan refugiados chinos que se dedican a la plantación de té y café.




Por la mañana nos vamos a andar por uno de los caminos que salen de la misma aldea. Al poco tiempo nos encontramos con una garita hecha con troncos, con un fusil colgado de un palo y un militar durmiendo en una hamaca. No nos lo podemos creer: ¡ es la mismísima frontera de Myanmar ¡ y hemos llegado andando por un sendero lleno de maleza. El militar se levanta rápidamente como queriendo disimular que se había quedado frito.

Nos hacemos unas fotos para recordar el momento y nos quedamos con las ganas de cruzar a este país que tantas pegas ponen si lo quieres visitar y donde “oficialmente” solo se puede entrar por aire y con billete de salida (o eso nos dijeron en la embajada de Myanmar en Bangkok).












4 comentarios:

  1. Jovencitos.

    Desvelar un poco antes por donde andais,
    no corrais riesgos sin necesidad, y menos
    voluntariamente.

    Maribel.

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  2. Hola,

    estoy desarrollando una modesta web que sirva como directorio de ciudades de India y mas adelante iré incluyendo mas ciudades. En el reportaje de Hyderabad, he incluido un enlace a vuestra experiencia. Me gustaria poder contactar con vosotros para poder entrevistaros y publicar la entrevista y si os interesa quizá podrias incluirme en un enlace. La web es www.infoviajeros.es La estoy haciendo yo poco a poco asi que es sencillita. No he encontrado vuestro email en el blog asi que os paso el mio para poder contactar. eddy_dw@hotmail.com

    Gracias

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  3. Te pareces mucho entre montañas y con ese
    palo,bueno tu ya entiendes.

    Monillo que feliz te veo.

    belsays

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