28 de septiembre de 2014

De nuevo Rajastan

De nuevo Rajastán se cruza en nuestros caminos. Hogar de antiguos Marajás, caminando por sus calles se aprecia la grandiosidad de una región que debió deslumbrar con el lujo de sus palacios hoy sumidos entre el olvido y la belleza que todavía se filtra por sus paredes. En muchos de ellos la decadencia los hace si cabe más bellos, la pintura de una decoración que ayer deleitaba con su exotismo hoy se cae a pedazos entre una sociedad que quiere avanza vertiginosamente hacia la modernidad.
Rajastán es un estado muy turístico desde hace decadas, pero todavía se pueden entrontrar lugares mágicos que te hacen soñar con tiempos pasados.


Shekhawati
Shekhawati es un lugar poco turístico pero de gran interés por su enorme cantidad de Havelis o palacios, muchos de ellos olvidados en el tiempo, otros convertidos en hoteles o museos.
Paseando por sus calles, el calor me agobia y siento que algo va mal, nada más llegar al hotel noto que me encuentro muy cansada y confirmo mi presentimiento, tengo fiebre alta y malestar general. Al día siguiente es Antonio el que cae también enfermo, afortunadamente estamos en un hotel muy agradable y desde la recepción llaman a un médico que nos receta unas pastillas y algo de reposo. Tras dos días en cama nos recuperamos y seguimos descubriendo la ciudad.


 Maravillas ocultas en la naturaleza



Palacios y Havelis








Haciendo las tareas del hogar


El barbero






El mejor transporte



Plancha que te plancha






La hora de la comida



Todos a coger el autobús, que no hay otro en todo el día




En la escuela













 El descanso del guerrero

Jaipur
Es nuestra segunda vez en Jaipur y esta vez será casi una ciudad de paso. Un recuerdo quedará siempre en nuestra cabeza sobre la última vez en Jaipur. Estabamos paseando por el Palacio real y Antonio y yo nos dimos un abrazo, en ese momento un policía apareció de la nada pitando con un silvato y diciendonos "disuélvanse, disuélvanse" y hacía gestos para que nos separásemos, ante nuestra sorpresa el policía nos comentó después, "no pasa nada pero es mejor que no se abracen", cuando abandonamos el lugar no pudimos evitar reírnos por la anecdota. Cada vez que aparece el nombre de Jaipur una sonrisa asoma en nuestra cara al recordar aquello.




Bundi
Bundi es una pequeña ciudad muy agradable y donde se come fenomenal. Su fuerte es visita imprescindible, pero quizás lo más interesante sea alquilar una moto o como lo hicimos nosotros que nos lanzamos a la carretera caminando para no perdernos los interesantes poblados cercanos a Bundi. Intercalando autoestop, autobús y mucho caminar llegamos a las cascadas de Bhimlat Mahadev, rodeadas de monos. Fue realmente interesante dialogar con la gente de las aldeas y compartir sonrisas.

Durante nuestra estancia, las tranquilas calles de Bundi se transformaron en un perfecto escenario de música y algarabía, esto es India y cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. Al día siguiente de nuevo la música invadía las calles un enorme gentío se dirigía hacia el lago, Antonio y yo corrimos detrás de la masa para no perder detalle. Una vez en el lago varios hombres se sumergían en el agua una y otra vez  haciendo una puja y con un cuchillo se hacian cortes en brazos, piernas y pecho. Aquellos hombres parecían poseídos, según nos contaban los locales estaban en trance y por eso no notaban el dolor. Ante tal espectáculo estabamos con los ojos como platos no dando crédito a todo aquello que veíamos. Tras media hora de ritual, los tres hombres que habían protagonizado el acto se fueron relajando. Sus caras estaban desencajadas y sus ojos en blanco, fue una experiencia fuerte y sorprendente. Decidimos prolongar nuestra estancia en Bundi y celebrar aquí el cumpleaños de Antonio y para nuestra sorpresa en el restaurante donde vamos habitualmente a comer "Tom y Jerry" le han comprado una tarta para celebrarlo a lo grande, muchas gracias a sus propietarios por todo.



Música y bailes





Las bailarinas




Los músicos









El fuertede Bundi
 








Las aldeas de alrededor y su gente







 












Los palacios abandonados del camino




El lechero



El pastor




Lugar sagrado




Cascada de Bhimlat


 



Una ofrenda antes de purificar el cuerpo




Unos espectadores de nuestro baño en la cascada
 


Los hombres y sus coloridos turbantes



 

 

 

 


Mis amigos los búfalos





 

 







 








 El duro de trabajo de conseguir un poco de agua

 











¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz!


Gracias al restaurante Tom y Jerry por la tarta y por su generosidad


Udaipur
Qué agradable es visitar de nuevo esta ciudad, sus palacios, su lago hacen la delicia de quien los visita. Esta ciudad elegante y palaciaega es siempre un buen alto en el camino.








Monte Abu

Monte Abu es una típica estación de montaña, muy turística y algo cara. Sentimos una ligera decepción al llegar hasta aquí, ya que no ha sido nada facil, pero ya que estamos vamos a disfrutar del lugar aunque sea solo por unas pocas horas. Monte Abu es considerado un centro de peregrinación muy importante para los jainistas y en sus alrededores se puede visitar el espectacular templo de Dilwara que realmente merece la pena. También visitamos el lago Nakki y un famoso lugar para ver el atardecer.

 





1 comentario:

  1. India siempre tan especial, a veces se la ama y otras se la odia, pero siempre tan auténtica.

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