25 de agosto de 2016

Camino de Santiago del Norte: Asturias


Entramos en Asturias y el verde de los prados se intercala con las preciosas playas que vamos encontrando por el camino. Playas salvajes que muestran su bravura en estado puro, y como telón de fondo picos de Europa. El camino va pegado a la costa y nos deleita con su belleza, acantilados de gran altura dejan a sus pies playas desiertas.










Etapas:

10. San Vicente- Piñeres de Pría
11. Piñeres- Villaviciosa
12. Villaviciosa- Avilés
13. Avilés- Soto de Luiña
14. Soto de Luiña- La Caridad






Llegamos a Llanes, y  aquí el turismo se hace notar, estamos a finales de agosto y la ciudad goza de bastante ambiente. Desde Llanes seguimos la marcha hasta Villaviciosa, queremos dormir allí, pero al llegar al albergue… está completo. Es tarde y estamos un poco cansados, no sabemos muy bien qué hacer, si buscar un sitio adecuado para montar la tienda o llegar hasta el próximo albergue. Los últimos rayos de sol se dejan caer, no es fácil encontrar un buen sitio para acampar, tiene que ser discreto pero cerca del camino, también tiene que ser llano y bueno si puede ser pues también un sitio agradable y bonito. Demasiadas exigencias y la noche se nos echa encima, así que seguimos dirección del siguiente albergue que nos han dicho que está a pocos km. Camino hacia la derecha, camino hacia la izquierda que lío no vemos flechas amarillas dónde está? Decidimos parar para orientarnos un poco y de repente, una furgoneta para y nos pregunta, estáis buscando el albergue de peregrinos? Sí, respondemos y nos dice, pues seguidme que soy el hospitalero, bien estamos salvados!
El albergue es una acogedora casita de campo donde vive el hospitalero con su mujer y sus dos hijos. La cena nos espera y tras una rápida ducha nos sentamos a la mesa con los demás peregrinos para disfrutar de unas sabrosas lentejas  que nos saben a gloria después de varios días de bocadillos.
Al terminar la cena hablamos con el hospitalero y le preguntamos sobre su proyecto. Nos explica que esta es su casa que tras varios años de darle vueltas a la idea decidieron cambiar de vida y mudarse de Barcelona a Asturias y cambiar de vida. Nos cuesta que su idea empezó al hacer el camino de Santiago, que en su cabeza comenzó a rondar la posibilidad de hacer un albergue para dar acogida a los peregrinos del camino y que tras madurar la idea, lo dejaron todo él y su mujer y comenzaron a buscar un terreno para construir su sueño. El albergue funciona a través de donativo y te ofrece cama, desayuno y cena, de momento dice que aunque muy humildemente pueden vivir de ello. Al día siguiente tenemos que decidir hacia dónde seguimos nuestro camino, hacia Oviedo o hacia Gijón ya que el camino se bifurca, finalmente decidimos ir hacia Gijón.



La entrada a Gijón es horrible, una carretera bastante transitada por donde circulan muchos camiones, nosotros vamos en bici y pasamos rápido este tramo, pero los pobres peregrinos que van a pie transitan por la carretera algo perdidos como almas en pena. Por fin aparece la ciudad una gran iglesia monasterio nos da la bienvenida. Una gran torre llama nuestra atención y nos acercamos a verla. Una plaza rodea el edificio y al fondo la gran torre y adosada a esta una cúpula más grande que la de San Pedro del Vaticano.






 Está abierta y entramos, es majestuosa. Tenemos curiosidad sobre el edificio qué es exactamente? Le preguntamos al vigilante y nos explica que el edificio ha tenido muchas funciones monasterio, Universidad, después tras el franquismo acogido por los jesuitas y hoy en día edificio multiusos de la administración pública.
Tras la visita entramos en Gijón. La ciudad parece haberse esforzado por resultar más agradable que años atrás. El paseo marítimo y algunos edificios bien cuidados dan un aspecto más renovado de la ciudad.



De nuevo la salida de las grandes ciudades se nos hace difícil, y después de perdernos varias veces encontramos el camino que discurre por la carretera y por un polígono industrial. La salida se nos hace pesadísima y fea y tras varios km llegamos a Avilés, donde nos quedamos a dormir.
Avilés tiene un centro histórico bonito con casas empedradas, soportales y alguna plaza interesante.
Al día siguiente, el tiempo no es bueno, amanece nublado y rápidamente da paso a la lluvia. Tantos días de sol no era normal, es lógico que alguno lloviera. Pasamos cerca de Cudillero y la playa de las catedrales pero el día no acompaña así que decidimos no bajar a visitar estos dos emblemáticos lugares, el primero porque hay que descender hasta el puerto y con la lluvia y la niebla no nos apetece mucho y el segundo porque para visitar la playa hay que reservar por internet varios días antes ya que han limitado la entrada a la playa.





Por la costa asturiana hay varios pueblos pintorescos y uno de ellos es Luarca, pasamos muy cerca de él, por lo que decidimos visitarlo. El pueblo está abarrotado de turismo, pero aún así la visita merece la pena.







Nuestra idea es dormir en el albergue de la caridad pero por más que lo buscamos ni rastro del albergue. 



Continuamos ruta y finalmente encontramos en el siguiente pueblo un pequeño albergue que antes había sido colegio. El albergue está vacío y elegimos una habitación con dos camas sólo para nosotros, que lujo.
Una hora más tarde aparece un peregrino, viene en bici, quién es? Aileen, jaja. Estamos nosotros tres solos y en el albergue hay cocina y nos preparamos unos ricos espaguetis y cenamos todos juntos.



A la mañana siguiente abandonaremos Asturias para entrar en Galicia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario