18 de junio de 2017

Austria

Nuestra entrada en Austria no podía haber sido mejor. Atravesar este precioso país por el Tirol es un verdadero espectáculo. Las montañas con sus picos nevados llegan hasta el cielo y los valles verdes y floridos te hacen creer que estás en el paraíso.











Desde que cruzamos la frontera italiana en Brenner hasta Innsbruck, es un largísimo descenso por un estrecho y profundo valle.













Rodeada de montañas y estaciones de esquí se encuentra Insbruck, una ciudad que vive por y para los deportes de invierno. En verano con temperaturas agradables sus calles rebosan de turistas asiáticos y también algún que otro español. Es una ciudad bonita y merece ser visitada.



A las afueras de la ciudad encontramos un lugar para acampar que en principio parece tranquilo. Llega la noche y tras preparar la cena nos dirigimos al lugar elegido para montar la tienda. Antonio tiene un mal presagio con este lugar, no le gusta para dormir y hasta el final se encuentra intranquilo. Finalmente le convenzo y montamos la tienda. Todo está en silencio fuera, la noche es tranquila y la temperatura muy agradable. Es media noche, Antonio duerme yo intento conciliar el sueño. De repente en la oscuridad de la noche, veo una luz que se acerca poco a poco hacia nosotros, hasta que la intensidad de la luz nos enfoca directamente y se oye una fuerte voz diciendo "Hello". No me lo puedo creer, ¿por qué alguien ha venido hasta aquí?
Despierto rápidamente a Antonio que duerme placidamente y él desde dentro de la tienda responde también con un "Hello" que fuerza con voz grave, para parecer más fuerte. Inmóviles dentro de la tienda no sabemos que hacer. Antonio abre la cremallera de la puerta de la tienda y asoma la cabeza y el individuo da media vuelta y se aleja hasta desaparecer.
Son las 23.20 de la noche y ya no hay luz para buscar otro lugar para dormir, todo está a oscuras, pero si nos quedamos aquí, estaríamos intranquilos toda la noche por si vuelve el individuo y sin saber con que intención. Las dudas nos asaltan, ¿que querría ese hombre? ¿por qué ha venido hasta aquí?
Rápidamente decidimos desmontar la tienda e irnos. Jamás hemos recogido todo tan rápido. Tras los nervios y algo de tensión nos montamos en nuestras bicis en mitad de la noche sin saber adónde  o qué hacer. Ya nos imaginabamos continuando ruta en la noche, pero por suerte comprobamos por googlemaps que a pocos kilometros hay un camping. Es media noche y posiblemente esté cerrado pero hay que intentarlo. Llegamos hasta la puerta y tenermos la enorme fortuna de encontrarnos la puerta abierta. Buscamos una parcela y montamos la tienda. Al poco tiempo ya estamos dentro de la tienda durmiendo. Todo ha sido como una pesadilla en mitad de la noche, pero finalmente todo se ha resuelto y por fin podemos dormir tranquilos. Esta anecdota quedará para el recuerdo.

Al día siguiente decidimos tomarnos un descanso y relajarnos un día en el camping pero una chica de warmshowers que vive a pocos km de aquí nos ha respondido afirmativamente a nuestra solicitud de quedarnos en su casa.

Los pueblos de Austria son preciosos y parece que todo ha sido construido y decorado para hacer bonito.









Antes de llegar a Austria pensabamos que todo iba a ser carísimo, pero lo cierto es que no es así, la comida en un supermercado cuesta lo mismo que en España, y el alquiler de una casa algo más que en España pero tampoco mucho más, sin embargo, los sueldos son el doble, algo no me cuadra...
En Austria pasamos sólo cuatro días y la atravesamos de sur a norte, pero suficiente para darnos cuenta de varias cosas: uno, de que es un país precioso y dos, de que aquí hay calidad de vida.
Abandonamos Austria con sus imponentes montañas y sus preciosos paisajes para darle la bienvenida a Alemania.





2 comentarios:

  1. Día a día nos sorprenden vuestras aventuras
    son muy interesantes y descubrir nuevos países toda una sorpresa. Edeleeiss.

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  2. Regresar . Pronto llega el frío y las bicis no son el mejor medio para viajar. M.M.

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